Introducción:
Bajo el sistema de
competencia perfecta la empresa no tiene el control sobre los precios y el
intento de obtener ventaja individual le hacia contribuir al logro de la
eficiencia social. Por el contrario, si la empresa tiene el control sobre los
precios, el interés individual no coincidirá con el interés social, ya que
puede utilizar la capacidad de influir sobre los precios para mejorar la
posición individual.
Este hecho, explica
que las empresas prefieran la competencia imperfecta, en el sentido de tener
una participación en el mercado suficientemente grande como para que les
permita influir sobre el precio. Desde esta perspectiva el monopolio y la
competencia perfecta aparecen como los dos extremos de la tipología de
mercados. La competencia perfecta representa el caso en el cual la empresa
individual, al ser muy grande el número de competidores, no puede ejercer
ninguna influencia apreciable sobre los precios. El monopolio se corresponde
con el caso extremo de la competencia imperfecta, pues solo hay una empresa y,
por tanto, controla el mercado y fija los precios libremente.
Concepto y
caracteres del monopolio
Un mercado es
imperfectamente competitivo cuando los compradores o vendedores tienen en
cuenta su capacidad para influir en el precio del mercado. El caso extremo de
un mercado imperfectamente competitivo es el monopolio, ya que sólo hay un único
oferente en el mercado; hay un único
vendedor de un determinado bien o servicio en el mercado, al que no es posible
la entrada de otros competidores.
Puede haber
monopolio por el lado de la oferta y por el lado de la demanda. El tipo de
monopolio más frecuente es el monopolio de oferta.
El empresario
competitivo actúa como precio aceptante, esto es, toma el precio como un dato y
debe adaptar su comportamiento a las condiciones del mercado. El empresario
monopolista, por el contrario, juega un papel determinante en el proceso de
fijación del precio de su mercado, pues decide su cuantía. Ello se debe a que
la curva de demanda del monopolista es la curva del mercado. Esta refleja el
hecho de que la cantidad que el mercado esta dispuesto a absorber, aumenta al
disminuir su precio. Por ello el monopolista es conciente de que si desea
colocar un determinado volumen de producción sólo lo logrará a un cierto
precio, y si desea aumentar dicho volumen necesariamente deberá disminuir el
precio de venta. Una empresa tiene poder
de monopolio o de mercado si puede incrementar el precio de su producto
reduciendo su propia producción.
Las causas que
explican la aparición del monopolio
1)
El control de un factor productivo de forma
exclusiva por una empresa o de las fuentes más importantes de las materias
primas que son indispensables para la producción de un determinado bien.
2)
Asimismo, es frecuente la
explotación con carácter de exclusividad de ciertas técnicas que previamente
han sido patentadas; se premia la innovación con un cierto poder monopolístico.
Una
patente es un monopolio temporal,
pues se le confiere al inventor el derecho de fabricar en forma exclusiva un
cierto producto durante un tiempo determinado.
3)
En otras ocasiones, el carácter de
monopolista lo confiere la propia ley (monopolios
legales). Pueden ser estatales o regulados, y controlados por la autoridad
pública. Suelen monopolios estatales el servicio de correos y telégrafos, el
ferrocarril, etc. Dentro de monopolios regulados es frecuente encontrar el
servicio de teléfonos, el abastecimiento de agua y gas, los transportes
urbanos.
4)
Costos decrecientes: el monopolio natural. A
veces, sin embargo, un monopolio no surge por ser garantizado por la ley, sino
como consecuencia de que las
características técnicas de algunas industrias hacen que no deba entrar
más de una empresa en ellas. Se puede decir que el monopolio natural se debe a
que, dado el tamaño del mercado y la estructura de los costos de la industria,
el bien se produce en el tramo descendente de la curva de costos medios. La disminución de los costos durante todo el
rango de producción requerido se debe a la existencia de unos costos fijos muy
elevados, de forma que al aumentar la producción el costo medio total
disminuye. Así, por ejemplo, los servicios locales del teléfono, electricidad,
agua y gas, son ejemplos de monopolio natural, porque los costos fijos de instalaciones
de líneas telefónicas, de cables eléctricos, tuberías para el agua y gas son
muy altos respecto de los costos variables. La existencia de dos o tres
compañías de teléfonos, gas o agua en la misma localidad representaría un
enorme despilfarro de recursos.
Un monopolio natural es
aquella industria en la que el nivel de producción, cualquiera que sea éste,
puede producirse de una forma más barata por una empresa que por dos o más.
La producción y el
ingreso marginal en el monopolio
Una de las características
del monopolio (y la competencia imperfecta) es que un aumento en la cantidad
producida por parte de la empresa afectará al precio de equilibrio al que se
debe vender el producto.
Ingreso total (IT): Cantidad
producida de la empresa (mercado) (Q) x el precio por unidad (P).
Ingreso marginal (IMa):
Variación del ingreso total derivado de la venta de 1 unidad más de producto =
∆ IT / ∆ Q
En el cuadro 9.1
aparecen la demanda, el ingreso total y el ingreso marginal de una compañía
eléctrica que abastece en régimen de monopolio a una pequeña aldea.
Las dos primeras
columnas muestran la curva de demanda del mercado. A un precio de 7 pesos el
kilovatio, se demanda 1 kilovatio a la hora, y a precios más bajos la cantidad
es mayor. La tercera columna muestra el ingreso total de la compañía eléctrica.
El ingreso unitario
o ingreso medio (IMe) se define como:
IMe = ( Ingreso total / Cantidad ) = ( ( P x Q ) / Q ) =
P
En relación al
ingreso marginal (IMa) se recordará que, en el caso de una empresa perfectamente
competitiva, el IMa siempre es igual al precio, pues la empresa puede vender
todo lo que desee al precio vigente ya que se enfrenta a una curva de demanda
horizontal. Cuando se trata de empresas imperfectamente competitivas éstas se
enfrentan a una curva de demanda de pendiente negativa, de forma que el IMa es
menor que el precio. Esto se debe a que sólo es posible aumentar las ventas
reduciendo el precio, y esta reducción se aplica a todas las unidades
anteriormente vendidas.
El ingreso marginal se define como el aumento del ingreso
total derivado de la venta de una unidad más del producto y, por tanto, es
igual al precio al que se vende la unidad adicional de producto menos la
perdida de ingreso, debido a que ahora la producción inicial se vende a precio
más bajo.
La curva de
demanda, el IT y el IMa monopolista
La curva de IMa está
situada por debajo de la curva de IMe o de demanda, pues, tal como hemos
señalado, a partir de la ordenada en el origen, para cada nivel de producción,
el IMa es menor que el precio. La curva de IMa corta al eje de las abscisas,
esto es, resulta ser igual a cero, en el punto en el que el ingreso total es
máximo.
Cuando el ingreso
marginal es positivo, al incrementar la producción aumenta el ingreso total,
mientras que cuando el ingreso marginal es negativo al aumentar la producción
el ingreso total se reduce.
Si comparamos estos
resultados con los obtenidos en el capítulo anterior al analizar la curva de
demanda y de ingreso marginal de la empresa competitiva se observan notables
diferencias. Así, en la competencia perfecta, donde producir una unidad más no
modifica el precio, el ingreso marginal es igual al precio y al ingreso medio,
pues al ingreso adicional de vender una unidad más (es decir, el precio P), no
hay que descontarle la pérdida de valor de las unidades anteriores. Ello se
debe a que el precio al que se vende cualquier oferente su producto es siempre
el mismo.
Equilibrio en el mercado monopolista
Hay que analizar
cómo se determina el precio y la cantidad de equilibrio en un mercado
monopolístico. El monopolista podrá imponer el precio o la cantidad que desea,
pero no ambas cosas a la vez, pues en el mercado hay un conjunto de
consumidores, representados por la función de demanda, que tienen soberanía sobre
sus decisiones de consumo.
El primer problema
al que se enfrenta el monopolista es encontrar el nivel de producción que
maximiza sus beneficios. Una vez encontrado este nivel de producción, serán los
consumidores quienes, sobre su función de demanda, decidirán que precio están
dispuestos a pagar por sicha cantidad. El segundo problema consiste en decidir,
a la vista de sus curvas de costos y del nivel de la demanda, si debe producir
la cantidad óptima que maximiza sus beneficios o minimiza sus pérdidas, o bien
cerrar y no producir nada.
El nivel de
producción óptimo del monopolista
El monopolista no
toma el precio como un dato, sino que considera fija la curva de demanda del
mercado de pendiente negativa.
Para determinar el
nivel de producción, volviendo al caso de la compañía que de establece
electricidad en régimen de monopolio a una aldea, resulta que si la producción
de un kilovatio más de electricidad aumenta más el ingreso que el costo, la
empresa debe incrementar su producción. Por el contrario, si al reducirse la
producción los costos disminuyen más que los ingresos, a la empresa le conviene
reducir su producción.
En otras palabras,
la compañía compara el costo marginal y el ingreso marginal.
La producción aumentará,
y con ella los beneficios, mientras el ingreso marginal sea superior al costo
marginal. El nivel de producción
positivo óptimo del monopolista es aquel que el ingreso marginal es igual al
costo marginal (IMa = CMa), pues si se produce una unidad más a partir de Q*,
los beneficios disminuirán, dado que CMa > IMa.
Una vez precisado el
nivel de producción de equilibrio queda determinado el precio al que van a
venderse las unidades producidas. Este será aquel que los consumidores estén
dispuestos a pagar por la cantidad Q*.
La elasticidad de
la demanda y el ingreso total en el monopolio
Relación entre la
elasticidad precio de la demanda (Ep) y el ingreso total (IT):
·
Si la Ep > 1: El IMa > 0, y el
IT está creciendo.
·
Si la Ep < 1: El IMa < 0, y el
IT está decreciendo.
·
Si la Ep = 1: El IMa = 0, y el IT
alcanza su máximo.
El monopolista
maximizador del beneficio siempre selecciona el nivel de producción en el tramo
de la curva de demanda en que ésta es elastica (Ep >1), es decir, cuando IT
crece.
Los beneficios del
monopolio
El monopolista puede
estar obteniendo beneficios como perdidas, aun cuando seleccione su nivel de
producción de acuerdo con la norma IMa = CMa. Esta regla sólo nos asegura que
si tenemos beneficios, estos serán los máximos, y si obtenemos pérdidas, éstas
seran mínimas.
En definitiva, un
monopolista sólo puede obtener beneficios monopólicos si, al nivel de
producción de equilibrio, la curva de demanda de su producto se encuentra por
encima de su curva de costo total medio.
El monopolio a largo
plazo
Si bien a corto
plazo el monopolista, al igual que el competidor perfecto, continúa produciendo
siempre que cubra los costos variables, a largo plazo el monopolista sólo
producirá cuando el precio sea igual o superior al costo total medio.
A su vez, como el
monopolista no tiene competidores, el equilibrio será igual a corto que a largo
plazo, pues no habrá entrada de empresas, aun en el caso de que el precio fuese
superior al costo total medio y apareciesen beneficios extraordinarios. En este
mercado, estos beneficios se suelen denominar beneficios monopolistas, pues
reflejan la capacidad de elevar el precio por encima del costo marginal sin
atraer competencia.
La discriminación
de precios en el monopolio
Cuando un
monopolista cobra precios diferentes a diversos clientes se dice que hay discriminación de precios. Las
condiciones para que se dé discriminación de precios son dos: 1. que el mercado
pueda fraccionarse y que el monopolista sea capaz de identificar cada una de
esas fracciones o segmentos del mercado, y 2. que no exista reventa, esto es,
que los consumidores no especulen con las unidades del bien obtenidas a
distintos precios.
Un monopolista practica la discriminación de precios
cuando cobra precios distintos a cada tipo de comprador en función de las
diferencias entre las elasticidades de la demanda.
También cabe la
discriminación en el precio en función del número de unidades consumidas por un
mismo comprador.
Existe una forma
particular de discriminación denominada dumping
y tiene lugar cuando una empresa vende su producto a los mercados de otros
países a un precio inferior al que cobra en el mercado nacional.
La discriminación
perfecta
La discriminación
perfecta es aquella en la que el monopolista cobra a cada consumidor, por cada unidad
que adquiere, un precio igual a la disposición marginal a pagar de ese
consumidor por la correspondiente unidad del bien.
El monopolista
discriminador de precios maximiza su beneficio en aquel nivel de producción
para el cual el precio cobrado por la última unidad es igual al costo marginal,
es decir, cuando P = IMa = CMa.
Efectos
económicos del monopolio y la regulación
En competencia
perfecta, la empresa escoge el nivel de producción en el que P = CMa. En un
mercado monopolizado, en el equilibrio, tendremos que P es mayor que CMa. Esto
indica que el consumidor está forzado a pagar a un precio superior al que
tendría que abonar en competencia perfecta. Pero esto no es todo, pues dado que
la combinación precio-cantidad de equilibrio ha de estar sobre la función de
demanda, un mayor precio supone una menor cantidad producida y vendida.
El monopolio, en comparación con la competencia perfecta,
reduce la producción y eleva el precio.
El costo social del
monopolio
La sociedad en su
totalidad se beneficiaría si aumentara la producción. Tal como hemos apuntado,
sin embargo, el monopolista no lo hace, pues el aumento de la producción
bajaría el precio y esto no lo beneficiaría. Precisamente actuar de esta forma
es por lo que el monopolio conlleva un costo para la sociedad.
El costo del monopolio derivado de la reducción de la
producción es igual a la suma de las diferencias entre el precio que están
dispuestos a pagar los consumidores y el costo marginal, para todas las
unidades comprendidas entre el nivel de producción monopolístico y el
competitivo.
Así pues, el costo
social del monopolio es en realidad el beneficio al que renuncia la sociedad,
al reducirse la cantidad producida desde el nivel competitivo hasta el nivel de
producción del monopolio.
El monopolio y la
innovación tecnológica
Schumpeter
(economista austriaco) sostuvo que el único incentivo que mueve a los hombres a
asumir los grandes riesgos que conlleva la introducción de innovaciones son los
beneficios. En este sentido, el poder monopolístico es mucho más estimulante
que la competencia en orden a crear el clima adecuado para que se produzcan
innovaciones. Los beneficios a corto plazo del monopolista constituyen un
poderoso motor que empuja a otros empresarios a contratar la forma de producir
el mismo bien por otro procedimiento más barato y crearse así su propio poder
monopolístico. Schumpeter denominó a este proceso de sustitución de un
monopolio por otro el “proceso de destrucción creativa”.
La regulación del monopolio
Por un lado, cabe
hablar de las leyes de lucha contra el
monopolio, que tienen por objetivo dividir las industrias monopolistas en dos o
más empresas o bien tratar de impedir que llegue a formarse si todavía no lo
han hecho.
Por otro lado, y en especial en el caso de los
monopolios naturales, el monopolio habrá que aceptarlo y el papel del gobierno
será regularlo. Una primera opción es dejar que el monopolio funcione con una
regulación mínima permitiéndole que fije el precio P y que obtenga beneficios
extraordinarios. Otra posibilidad consiste en obligar al monopolista a fijar un
precio que elimine los beneficios extra. Esta regla se llama fijación de
precios según la regla del costo medio, y consiste en establecer el precio más
bajo sin forzar al monopolista a salir del mercado. Otra posibilidad, es la
fijación de precios según el costo marginal, es presentada por algunos como la
ideal, pues es la que lograría incrementar más la
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